Las llamas seguían ayer consumiendo lo que quedó de bosque en la parte noreste de Atenas, en la cuarta jornada de un desastroso incendio fuera de control.
Las autoridades expresaron su optimismo de que se logrará controlar el fuego que ha quemado miles de hectáreas de vegetación y un centenar de viviendas en pueblos que distan entre 50 y 15 kilómetros del centro de la capital helena.
Doce aviones -tres de ellos de Francia e Italia- cuatro helicópteros y unos 900 bomberos y soldados conforman el operativo de extinción que combate las llamas.
De los 67 incendios forestales declarados, seguían ardiendo los cercanos a la capital.