ABRACADABRA
"El reto de ahora"
Este país jamás se va a componer mientras
la política siga en manos de maleantes y avivatos.
Carlos Guevara Mann
El reto que tenemos ahora los
panameños, de cara al 2 de mayo de 1999, es rescatar a la patria
de los oportunistas y sinvergüenzas que la tuvieron sojuzgada durante
el régimen militar y que han seguido mangoneándola después
del desalojamiento de la dictadura castrense.
De esta caterva de maleantes -como la ha llamado, apropiadamente, la
intelectual Brittmarie Janson Pérez- los peores son los que controlan
el PRD.
Esa es gente sin Dios ni ley, gente que jamás aprenderá
a practicar la democracia y que, si se lo permitimos, seguirá aprovechándose
de la República y del pueblo entero en beneficio propio.
Vea Ud. nada más, estimado(a) lector(a), cuál ha sido la
reacción del torismo al masivo rechazo que el pueblo le propinó
en el referéndum del domingo.
No bien hubo admitido su derrota (ante la magnitud de los hechos y la
presencia de observadores internacionales, no le quedaba otra) cuando Pinocho
y sus secuaces procedieron nuevamente a insultarnos.
De atrasados mentales nos trató el Torodictador cuando dijo: "el
pueblo panameño ha resuelto no darse a sí mismo los derechos
que habíamos propuesto nosotros", como si no fuera evidente
para el mundo entero que los únicos que se iban a beneficiar de la
reelección eran él mismo y su reducido círculo de aduladores.
Nada le ha importado a la torodictadura el NO rotundo que dio el pueblo
a su política corrupta y avasalladora, cuando sus voceros -el mismo
Pinocho, Chapman, Heras y Olmedo Miranda- se han apurado a decir que no
habrá cambios en la política económica del gobierno.
En otras palabras: continuarán la rebusca, la rapiña y
la entrega incondicional de todos nuestros recursos.
Cuando lo que procedía era despedir a ministros nefastos, incompetentes
y ruines, y nombrar en su reemplazo a individuos imparciales, que fuesen
garantía de tranquilidad y transparencia en el último año
del gobierno, el Torodictador optó por incorporar al gabinete a individuos
de pésima reputación: Gerardo Solís y Reinaldo Rivera,
ambos del PRD, y nombrar en la cancillería al acólito de Noriega,
Jorge Ritter, cuya designación constituye una vergüenza nacional.
Cuando tocaba a la Asamblea rectificar su catastrófica actuación
de los últimos cuatro años, a través del escogimiento
de una Directiva mínimamente aceptable, la aplanadora oficialista
-sin duda por instrucciones de la cúpula mandona del PRD, a la que
sigue obedeciendo ciegamente -impuso la reelección de Gerardo González,
uno de los principales responsables del descalabro moral y socioeconómico
por el que atraviesa la República.
A la caterva de maleantes del PRD no la vamos a desalojar nunca si el
pueblo civilista -compuesto por los setecientos mil ciudadanos que votaron
NO el 30 de agosto y los varios miles que no pudieron votar ese día-
no se unen en una sola nómina electoral de cara al 2 de mayo de 1999.
¿Qué lo impide? La viveza y el oportunismo de unos cuantos
politiqueros chamuscados, que equivocadamente piensan que todavía
tienen vigencia.
A esos enanos intelectuales, eternos rebuscadores, tenemos que echarlos
del escenario político, para dar paso a individuos de comprobado
patriotismo, honestidad y talento.
Ojalá se den cuenta por sí solos; de lo contrario, habrá
que señalarlos aquí y en otras tribunas públicas, por
nombre y apellido.
La nómina única civilista debe integrarse por los mejores
elementos de los partidos políticos y la sociedad civil, y abarcar
todos los cargos de elección popular: presidente y vicepresidentes,
legisladores, alcaldes y representantes.
Esa es la tarea principal que tenemos en las postrimerías del
referéndum, actividad en la que tenemos que empeñar todo nuestro
esfuerzo y a la que estará dedicada esta columna en el futuro inmediato.
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