A las 2:00 de la madrugada de ayer, Gerardo Antonio Herrera López, de 42 años, pasaba un buen rato tomando unas pintas con los pacieros en Panamá Viejo. Minutos más tarde, yacía inerte sobre un charco de sangre. Nadie vio nada, sin embargo las autoridades manejan la teoría de que fue interceptado por un dominicano de nombre "Luis", con quien había tenido una discusión.