La capilla del Hogar San José, ubicada en San Isidro, en el distrito de San Miguelito, recibió ayer, martes, una visita indeseable.
No se trataba de algún devoto feligrés que fue a hacerle una petición a Dios, sino de los delincuentes, para los que ya no existe respeto por nada.
Los maleantes lograron sustraer un equipo de sonido valorado en más de mil 300 dólares, que era utilizado durante las homilías.