REFLEXIONES
El NO le ganó al Sí
HL Mariela Jiménez
El día 30 de agosto
de 1998 el pueblo panameño votó NO a la reelección
presidencial, a la revocatoria de mandato y a la autonomía financiera
del Tribunal Electoral. Por qué el voto fue NO?
En primer lugar, el panameño está cansado de que lo engañen
y de sufrir hambre, miseria, desempleo, enfermedad y otras muchas cosas,
mientras un grupo privilegiado goza de la riqueza del país.
En segundo lugar el pueblo panameño le encanta votar porque es
en ese momento que expresa su verdadero sentimiento y si tiene que castigar
a un político, a un gobierno o un partido político, lo hace
con la mayor tranquilidad, en silencio y en secreto.
Panamá es un país muy folklórico, lleno de contradicciones,
donde la cultura política es muy pobre, abunda el juega vivo, no
existen ideologías y dentro del sociograma político nacional
pulula una clase especial con un lenguaje político digno de un nuevo
diccionario.
El pueblo panameño ya no se deja engañar ni de los partidos
de gobierno ni de los de oposición. Esta es la gran lección
política que todos debemos aprender.
El pueblo panameño salió a votar el domingo pasado con
mucha alegría, lleno de un gran espíritu cívico, seguro
de cumplir con su deber y derecho ciudadano. Votaron 1,123.901 personas
de un total de 1,718.870. Cerca del 65% de la población electoral
salió a votar a pesar de la lluvia mañanera y la falta de
transporte. Se quedó sin votar el 35% de la población (594.969),
que es un porcentaje de abstencionismo tradicional en los torneos electorales.
Los panameños, en proporción de 2:1 humillamos al Presidente
de la República castigándolo con un voto mayoritario que resume
su mal gobierno o como dice Orange un "Gobierno inhumano". Un
gobierno que prefirió a la oligarquía y sus intereses que
al pueblo panameño, que es el voto mayoritario.
Dos (2) panameños de cada tres (3) rechazó la propuesta
reeleccionista, y uno (1) de cada tres (3), la aceptó. Esto significa
que un panameño de cada tres está de acuerdo con las privatizaciones,
carreteras, los corredores, los nuevos hospitales, el reparto de las áreas
revertidas, la construcción de viviendas, Cable and Wireless y cada
dos panameños de tres no están de acuerdo con la actual política
económica del gobierno del Toro, Chapman, la Banca Internacional
Acreedora y los partidos aliados.
Cada panameño tiene la justificación de su voto, sea esta
errada o no. Algunos manifiestan su preferencia por el Toro Balladares como
presidente, pero no por su política. Si nosotros en oposición
no nos unimos, entonces el Toro será fortalecido y resucitará
de las cenizas como el Ave Fénix para el año 2004.
El fracaso del gobierno se debió a la sordera generalizada que
rodea al que tiene el poder público cuando éste se distancia
y aleja de las masas populares para hacerle caritas y favores a la clase
económica dominante y no se escucha el clamor popular.
Entonces el pueblo reclama un gobierno más justo y más
humano, para que los beneficios de su política económica y
social lleguen a todos y sobre todo a los más humildes.
¿Qué se aprendió? De aquí en adelante todo
gobierno tendrá que gobernar con un Plan de Trabajo, de cara al pueblo
panameño, que atienda sus prioridades y necesidades, que además
se le dé participación activa. Y como dice la constitución
política de la República de Panamá "el poder emana
del pueblo".
|