"�Dónde quedó el temor a Dios que se cultivaba desde pequeños?", cuestionó Ana María Sanjur, una vecina de 72 años en La Chorrera.
Según la ciudadana, los criminales hoy día están como están: como alma que lleva el diablo, porque no conocen del amor y perdón de Dios, y mucho menos se interesan por el prójimo.
La señora compartió que aunque la vida está llena de dificultades y desalientos, también es verdad que es muy corta y que es pasajero el sufrir. "Pronto llegará el fin de la jornada y ahí encontraremos el descanso y el premio si hemos sabido luchar por Jesucristo".
Para la señora, a los niños hay que hablarles de Jesús, de que nos preparemos para conseguir un puesto VIP en el Reino de Dios, y en esa medida se irán criando muchachos más conscientes que aprovechan esta vida que es un punto en medio de la eternidad.