El Real Madrid lleva cuatro temporadas consecutivas sin pasar más allá de los octavos de final de la Liga de Campeones, así que su técnico Bernd Schuster confía que la suerte cambiará esta vez para el club más laureado en la historia del torneo.
Los españoles, apúntandole a una décima corona, iniciarán hoy su marcha a la final del próximo mayo en Roma contra el BATE Borisov, un modesto club de Bielorrusia que hará su debut absoluto.
"Sin quitar importancia al rival, es un partido que hay que ganar, como todos los de casa'', afirmó Schuster. ``No podemos permitirnos el lujo de tropezar, hay una cierta obligación de ganar, tenemos que buscar la forma para hacerlo''.
Desde que ganaron su último título como campeones de Europa en 2002 las decepciones han sido la constancia para el Madrid, estancándose siempre en los octavos.
Schuster afirmó que en muchos casos la suerte se les ha negado.