El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se pronunció por el establecimiento de cuotas para la inmigración, y dijo que no le choca la polémica introducción de test genéticos para que los candidatos a la reagrupación familiar puedan demostrar su filiación.
La instauración de test de ADN, de forma voluntaria, en los países con carencias en materia de estado civil y de forma experimental hasta finales de 2010, figura en el proyecto de ley sobre el control de la inmigración que la cámara de los diputados adoptó la pasada madrugada y que impone nuevas restricciones a la reagrupación familiar.