Un solemne silencio se apoderó de nosotros al subir los escalones de la antiquísima casa de 250 años. Con sumo cuidado llegamos hasta la planta alta del edificio plagado de historias de la colonia. Sus paredes de barro remozadas con pintura blanca brindaban el marco a la exposición de fotos. Los ojos de artistas novatos y experimentados mostraban sus mejores imágenes en un tributo por "LA PAZ".
�vidos, observamos palmo a palmo cada centímetro de las fotografías. "Una imagen debe expresarse por sí misma, hacerme escuchar un mensaje y más aún convertirme en parte de la escena. Una foto es una invitación a vivir el momento que han atrapado otro ojos", expresé convencida...
En medio del caluroso ambiente que encierra La Casa Góngora de San Felipe, pudimos apreciar esta exposición organizada por la Alcaldía de Panamá. Un esfuerzo que fotógrafos panameños buscaron plasmar en esta muestra artística el abstracto concepto de la paz.
Representarla en cada retrato no fue fácil a todos. Algunos evocan rasgos de la vida cotidiana del panameño humilde o bien de lo que debe ser una cultura de paz. Pocos a mi entender lograron captar esa sensación de serenidad y espiritualidad que causa el instante casi mágico de la paz.
La mayoría de ellas no estaban colocadas de manera creativa, sino agrupadas. Y para lamentarnos, sin el nombre de sus artífices. Por suerte, las fotos dispuestas ei el segundo piso de Casa Góngora si estaban identificadas. Atinado hubiese sido colocar en algún sitio, la explicación y objetivos de esta exposición fotográfica.
Los que acudimos esa tarde del 9 de septiembre, nos llenamos de alegría ante la fiesta por la paz, que celebraron con globos blancos frente a la Basílica Menor Don Bosco el grupo de estudiantes que aparecen en la instantánea de Alcides Rodríguez; el indiferente descanso de un niño sobre una canoa en medio de pasivas aguas o la tranquilidad que respira el manto blanco de nieve tomada por un panameño en el extranjero (Esdras Suárez).
