Un reguero de piedra fue el resultado del vuelco de una mula donde viajaba una dama, a la que se le desprendió toda la piel de la frente teniendo que ser auxiliada por los vecinos del campo de juego de Guadalupe, en La Chorrera.
Testigos dijeron que al parecer el conductor de la mula, Rodolfo Sáez, cogió la curva muy cerrada; una llanta le estalló y se volcó con las 30 yardas de piedra que llevaba.
Empero, la versión de unidades del tránsito revela que antes que la mula se volcara se reventó uno de los neumáticos de la parte trasera, se volcó y seguidamente otra llanta explotó.
El conductor resultó con lesiones leves, pero su acompañante sufrió una fuerte herida en la frente.