ABRACADABRA
"Propuesta repugnante"
"No es con el PRD con quien hay que forjar,
urgentemente, una alianza, sino con los demás partidos de oposición
y, especialmente, con los sectores independientes"
Carlos Guevara Mann
La semana pasada circuló
una propuesta electoral repugnante.
Según El Panamá América del 16 de septiembre, los
legisladores Alberto Cigarruista, del Partido Liberal, y Balbina Herrera,
del PRD, han estimado conveniente una alianza entre el oficialismo y el
Partido Arnulfista, alianza que ambos estiman sería "imbatible".
No voy a dirigir mi crítica a Balbina Herrera, porque, como dirigente
del PRD, sólo podemos esperar de ella el oportunismo más crudo
e inescrupuloso.
Por algo está en ese partido, que reúne en su seno a lo
peor de la politiquería criolla.
La crítica de hoy va dirigida a Cigarruista - quien ni siquiera
es miembro del Partido Arnulfista - y a quienes, en la cúpula arnulfista,
se atreven a pensar como él.
Porque, amigos lectores, como si la propuesta de Cigarruista no fuera
una aberración diabólica, algunos "líderes"
del arnulfismo han comentado, en público y en privado, que la consideran
"factible".
Es que la maleantería y la corrupción tiene infiltrados
a los partidos de oposición, incluyendo, lastimosamente, al Partido
Arnulfista.
¿Cómo puede siquiera ocurrírseles semejante atrocidad
y, menos aún, proponerla en público?
¿Es que para estos seudo dirigentes los veintiún años
de dictadura militar-perredista, con su historial de oprobio e indignidad,
es papel quemado?
¿Es así como dan testimonio de su lealtad panameñista,
proponiendo alianzas con los mismos que derrocaron al Dr. Arnulfo Arias
en 1968, lo mandaron al exilio, lo despojaron de sus bienes, lo persiguieron
y le negaron el triunfo en 1984?
¿Es así como honran la memoria de los valerosos guerrilleros
panameñistas, combatientes por la democracia y la libertad, impunemente
asesinados por órdenes de la tiranía cuartelaria?
¿Es así como honran la memoria de las víctimas de
la dictadura del PRD: Floyd Britton, Rub|n Miró, Dora Moreno, H|ctor
Gallego, Leopoldo Aragón, Jorge Falconnet, Marlene Mendizábal,
Rita Wald, Hugo Spadafora, Yito Barrantes, Armando Morán, Carlos
Guzmán Baúles y Nicolás van Kleef, entre otros?
¿Es así como conciben la política, proponiendo conciliábulos
con quienes saquearon al Estado panameño, dejando en quiebra al Seguro
Social (obra del Dr. Arias) y sin esperanzas de un futuro mejor a la inmensa
cantidad de panameños que viven en la pobreza?
¿Es así como demuestran su preocupación por el bienestar
del pueblo panameño, sugiriendo una alianza con el PRD, el elemento
más repulsivo de la sociedad política, responsable principal
de la hecatombe socioeconómica y moral de la República?
Afortunadamente, Mireya Moscoso, presidenta del Partido Arnulfista y
su más autorizada vocera, le salió al paso a la vomitiva propuesta
de alianza con el PRD, negándola rotundamente (La Prensa, 17 de septiembre).
Como el pueblo panameño conoce la trayectoria civilista de doña
Mireya, le tomará la palabra.
Hay que repetirlo a los seudo dirigentes de la oposición, porque
parece que son primitivos e incapaces.
No es con el PRD con quien hay que forjar, urgentemente, una alianza,
sino con los partidos civilistas y, especialmente, con los sectores independientes,
que constituyen la abrumadora mayoría del electorado.
Esa es la única fórmula electoral legítima en este
momento crucial de la historia panameña.
Aquí no hay cabida para componendas vulgares ni traiciones sucias:
el pueblo panameño exige una alianza de oposición, integrada
por individuos capaces y honestos, que encamine a la República por
los senderos de la decencia y el desarrollo democrático.
Esa voluntad quedó ampliamente demostrada el 30 de agosto pasado,
con el triunfo arrollador del NO, que es triunfo del pueblo panameño,
no de ningún "dirigente" en particular.
Y los politiqueros que no tienen ni la inteligencia ni la moralidad para
entenderlo, deben empacar sus bártulos y retirarse a la vida privada,
en vez de seguir obstruyendo la voluntad popular con sus declaraciones groseras
e insultantes.
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