La ciudad alemana de Stuttgart coge el testigo de la Vuelta a España y a partir del 26 al 30 de septiembre se convierte en la capital del ciclismo en carretera como lo hizo hace dieciséis años, en 1991 y fue la última vez que los campeonatos se disputaron en tierras germanas.
La concesión de los mundiales a la ciudad alemana es una especie de premio por su colaboración con el ciclismo en el año 2003. De prisa y corriendo no dudó en hacerse cargo de organizar los mundiales de pista, ya que prácticamente en las vísperas de los mismos renunciaba a su organización la ciudad china de Kumming, debido a una epidemia de neumonía atípica.