El calendario cargado de partidos, con cinco encuentros en dos semanas, llevó a Bernd Schuster a apostar por las rotaciones en la visita al Real Valladolid. El empate final y la imagen ofrecida por el Real Madrid no gustaron al técnico, que al final del encuentro dio un toque de atención a sus jugadores.
La presión del Valladolid asfixió a un equipo en el que el técnico introdujo varios cambios.