Hoy ya no existe sólo la clasificación del hombre heterosexual y el hombre homosexual, pues hay un sinfín de variaciones que aunque no se refieren específicamente a la orientación sexual del hombre, sí hablan de sus hábitos de cuidado personal. Estas clasificaciones son:
Metrosexuales: consumistas de toda clase de implementos para la estética. Estos están concentrados en las zonas metropolitanas (de allí el metro). Esta clase de personajes conocen de moda y cosméticos, adoran ir de compras, cuidan su imagen corporal, peso, cutis y piel, se tiñen el pelo, se hacen manicure, y se depilan las cejas.
Vitalsexuales: se preocupan por la satisfacción sexual y emocional de su pareja, estos son en su mayoría personas que superan los 35 ó 40 años de edad, aunque personalmente diría que existen desde que definen su sexualidad y que realmente muestran su lado vitalsexual cuando otros hombres comienzan a fallar en ese aspecto.
Ubersexuales: son similares a los metrosexuales, les gusta mantenerse arreglados, pero ante todo está su imagen como hombres.
Tecnosexual: es un fanático de la tecnología y es la clara imagen de aquella frase que dice que los hombres se diferencian de los niños por el costo de sus juguetes.
Retrosexual: está satisfecho con lo que tiene y no le importa trabajar sobre ello. Es el que podríamos llamar el "mero macho", simplemente busca ponerle la menor atención posible (tan solo considerar el hecho de ponerle atención es mucho) a su apariencia.