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La democracia de Taiwan: un modelo para el futuro de China

Philip Yang. Departamento de Ciencias Políticas
Universidad Nacional de Taiwan

Por consiguiente, la República de China en Taiwán se muestra ya como una nación verdaderamente democrática. Tanto en el procedimiento como en la práctica, el sistema democrático ha alcanzado la legitimación en el marco político de la sociedad. En otras palabras, la democracia y el imperio de la ley se han convertido ya en parte fundamental del proceso político. La libertad y los derechos humanos están protegidos por ley. El desarrollo democrático ha permitido que la República de China se haya ganado la afirmación y el apoyo, tanto de la gente como de la clase política en otras naciones democráticas. Para la comunidad internacional, la "experiencia de Taiwan" alude no sólo al desarrollo del milagro económico, sino también a su empeño por poner en práctica la democracia y a sus logros para garantizar los derechos humanos y la libertad. El éxito de estas proezas han situado a Taiwan en el centro de atención como modelo para la comunidad internacional.

Los logros de la República de China en el terreno de los derechos humanos y de las libertades civiles, instaura una innegable prueba de que la democracia, la libertad y los derechos humanos son valores universales. El éxito de la República de China también sirve para rebatir la afirmación de Pekín según la cual los conceptos occidentales de derechos humanos y libertad no tienen aplicación en la sociedad china. La defensa de este tipo de relativismo cultural revela una básica indisposición a moverse en dirección al desarrollo democrático. En efecto, para las autoridades del continente, los derechos humanos y la libertades podrían representar un desafío a su gobierno. El gobierno de Pekín argumenta que la supervivencia es ya un derecho del hombre, y que al asegurarse de que más de 1.200 millones de personas en el continente están alimentados y vestidos, ellos ya están defendiendo los derechos humanos. En realidad,

éste es un argumento engañoso. La historia del desarrollo de los derechos humanos y las libertades, da fe de que la misma importancia tienen los derechos políticos que los económicos. Las gentes no viven sólo para alimentarse y para vestirse; también quieren una vida digna y el derecho a expresar sus opiniones, libertad de reunión y posibilidad de participar en el proceso político.

La historia nos enseña que cuando una sociedad alcanza cierto nivel de desarrollo económico, la gente busca mayores oportunidades para la participación política y mejorar las libertades civiles. Por tanto, podemos esperar que el desarrollo económico de China continental conduzca inevitablemente al país hacia una mayor reforma política. Cuando las gentes de China continental comiencen a demandar mayores derechos y libertades, la reforma democrática y el desarrollo económico de Taiwan servirán como inspiración y modelo.

El desarrollo de los derechos humanos y de las libertades en China continental contribuirá también a mejorar las relaciones a través del Estrecho. La historia nos ha mostrado que la probabilidad de que haya una guerra es menor entre países democráticos, al ser sistemas abiertos a la sociedad. Los países democráticos se muestran más cautos en sus relaciones externas y conceden gran importancia al mantenimiento de la paz y la justicia internacionales. Puesto que la gente que vive en sociedades democráticas comparte unos mismos valores e ideales, las relaciones entre ellos rara vez son hostiles, lo que conlleva una escasa probabilidad de conflicto bélico. Por tanto, la República de China espera ansiosamente que China continental logre un desarrollo democrático real. Y espera que se produzca tal cambio para que se dé una reducción gradual de las diferencias entre los estilos de vida y sistemas de ambos lados del Estrechos. Sólo mediante un acercamiento entre ambos lados podrán asentarse las bases sólidas necesarias para el desarrollo de las relaciones bilaterales.

 

 

 

 

 




 

AYER GRAFICO
La escuela privada Gregg desfila el Día de la Victoria en 1945.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, pienso que soy superior a los demás.


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