CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, abuso de la generosidad de las personas
Una situación que
está llamando la atención en los últimos meses en la
ciudad capital, es que personas con impedimientos físicos son utilizadas
por parientes o "amigos" para pedir limosnas en los semáforos.
Los protagonistas son cómplices en la acción, uno posa
y el otro cobra. En días recientes cuando esperaba que pasara una
luz roja en el semáforo ubicado entre la Avenida 12 de Octubre y
Pueblo Nuevo, observé un joven en silla de ruedas, con varias malformaciones
y un hombre de avanzada edad que guiaba el instrumento pedían lismona.
Me llamó la atención la manera en que lo hacían, cuando
el vasito estaba lleno de monedas, el guiador lo guardaba en su bolsillo
y nuevamente el vaso quedaba vacío.
Me pregunté, si estas personas utilizaran el dinero en alimentos,
Dios los bendiga, pero cual fue mi sorpresa, cuando iba pasando un "alcoholito",
y la persona que guiaba la silla le entregó dinero. ¿Para
qué?, eso lo dejo a su imaginación.
Las autoridades policiales y municipales deben sancionar a personas que
utilizan su impedimiento físico o de familiares para explotarse y
satisfacer sus vicios con dinero de personas humanitarias.
Las principales avenidas de la ciudad se están inundando de personas
como éstas. No estoy contra los que se ganan la vida vendiendo en
los semáforos, sino contra los estafadores y malhechores que aprovechan
la situación para cometer hechos delictivos.
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