Sabe usted elegir un buen caballo, bueno tal vez haya comprado algunos sólo para paseo, trabajo, cría, exhibiciones o competencias; no obstante, para cualquiera de los usos que usted le quiera dar, siempre es bueno tomar en consideración algunos aspectos.
Muchas veces los adquirimos por el color, otras veces por que son grandes y fuertes y en ocasiones por que preferimos alguna raza en especial, lo cierto es que cualquiera de estas causas deben siempre estar ac ompañadas de algunas recomendaciones generales.
IMPORTANTE
Lo primero es escoger un caballo que este sano y que realmente nos guste, luego que este cumpla con algunas características o aptitudes para el uso que le pretenda dar y, por otro lado, que el precio sea de acuerdo a sus condiciones económicas, ya que una cosa es querer y otra poder comprar.
También, debemos verificar que el caballo tenga una buena conformación, buen aplomo, estilo y belleza, además de equilibrio y simetría, calidad, temperamento enérgico, que sea manejable, que carezca de vicios como tragar aire, comer guano, morder o patear, tener aliento y edad conveniente, no sufrir de enfermedades y hallarse en estado adecuado.
TENGA CUIDADO CON LOS ENGA�O
Hay que tener cuidado con los engaños de un vendedor, que por pensar ser más listo le puede vender un caballo con algunos otros defectos, por eso es importante dejarse asesorar por alguien que tenga experiencia en estos tratos.
En el caso que el animal carezca de experiencia, es importante conocer de su pedigrí, ya que algunas generaciones transmiten buenas cualidades a sus hijos, lo que hace una cabalgadura más atractiva y segura para el comprador.
Por lo tanto debe ser dócil, tranquilo y que este bien domado, con buena rienda que al final será una de las cosas más apremiantes en el precio del caballo.
Su tamaño debe ser tomado en consideración, ya que el mismo debe estar en proporción con la altura y peso de quien lo vaya a montar.
En igualdad de otras condiciones, está la raza y el color del caballo, cuando adquiera yeguas o caballos reproductores, el comprador debe insistir en conseguir un certificado de salud firmado por un médico veterinario idóneo, que le demuestre la normalidad de los órganos de la reproducción.
Cuando sean para trabajo o competencias debe desecharse los extremos en la alimentación, ya que la falta de ejercicios encubre a la gordura a una serie de defectos.
