Unas 300 familias que habitan en el sector de Nueva Esperanza, San Miguelito, están a la espera de los documentos que certifiquen que se les han adjudicado los terrenos, donde han vivido por más de 15 años.
Aunque hay promesas por parte de autoridades alcaldicias de que los documentos de esta certificación llegarán, aún esto no es un hecho concretado.
Mientras todo esto sucede, las familias de Nueva Esperanza sufren el rezago de no poder desarrollarse plenamente como comunidad.
Yolanda Mendoza, dirigente comunitaria, especificó que no tiene un servicio continuo de agua potable, no hay caminos seguros para poder transitar y que la inseguridad reina en todo el sector.
Expresó que seguirán luchando hasta lograr la adjudicación de los terrenos.