La necropsia que se le practicó a la niña Jesuany Mixila Escobar, de dos años, 'le abrió los ojos' a su madre, Mixila Livinstong, que hasta ese momento descubrió que (aparentemente) su pareja sentimental venía maltratando a la infante.
"Quiero justicia, que pague por el crimen que hizo contra mi bebé, ya que confié que le daba amor de padre a pesar de que no era el progenitor de mi hija", dijo Mixila, quien además está embarazada de ese mismo hombre.
El pasado domingo Jesuany fue trasladada al Hospital Manuel Amador Guerrero por que su padrastro dijo que se había caído de la cama. La niña murió y todos creyeron que fue por la supuesta caída.
El hecho se registró en el Sector 2-3 de Puerto Escondido, en Cristóbal.
El padrastro de Jesuany; Roberto Pinto, de 24 años, corrió a contarle a los abuelos maternos que encontró a la niña inconsciente en el piso después que la dejó viendo cómicas en su cuarto.
Pinto, a pesar que tiene una relación sentimental con Mixila, vive con su madre en otra casa del mismo Sector 2-3 de Puerto Escondido, lugar donde se encontraba la niña.
Se informó que Roberto acostumbraba llevarse a la niña a la tienda o a pasear. Según la madre, se demoraba más de dos horas, pero nunca pensó nada malo.
INVESTIGACIONES
Los funcionarios de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), la Policía Nacional y el Ministerio Público no estaban convencidos de que la infante murió por una caída, ya que presentaba moretones de golpes en la espalda y otras partes. Además, la cama de donde supuestamente cayó está muy baja.
El examen forense dictaminó que la niña recibió golpes que le causaron hemorragia y lesiones internas, lo que apunta a que se trata de un homicidio.
EL SOSPECHOSO
Pinto no aparentaba ser una persona violenta; todos los que lo conocen aseguran que es un hombre cristiano que se congrega en una iglesia evangélica, pero sí dijeron que últimamente no asistía a los cultos.
La abuela materna de la menor dijo que varias veces le habló a su hija Mixila que Jesuany temblaba cuando veía a su padrastro, quien solo con mirarla la intimidaba.
La madre de la niña contó que cuando el padrastro le daba una orden, ella obedecía de inmediato y eso ahora la pone "a pensar", y argumentó que por ser una mujer cristiana no tuvo la malicia para darse cuenta de lo que ocurría.
Los vecinos de Puerto Escondido ahora reportan que vieron en varias ocasiones cómo el padrastro la maltrataba, pero corresponderá a los investigadores llegar al final de ese caso.