Para nadie es sorpresa, que al pasar de los años, la globalización ha surtido efectos significativos en la manera como se instruyen las personas, especialmente, entre los más jóvenes, ya que los medios electrónicos han sido causa directa de toda esta evolución, al facilitar la emisión y a la vez la recepción de información de datos, gráficos y demás.
En nuestros días, la lectura ha disminuido considerablemente entre la juventud, llegando a cifras alarmantes. Tal es el caso que apreciamos en nuestra América Latina, donde palpamos que los jóvenes, ya casi no se interesan por la lectura, a pesar de que en cada uno de los países latinoamericanos se realizan festivales y ferias internacionales de lectura, se observa muy poca la concurrencia de los jóvenes en estos eventos.
México es el país que más editoriales posee en Latinoamérica, sin embargo, el joven mexicano no lee; todos estas informaciones se basan en datos que fueron proporcionados por la UNESCO, este año, en el marco del Día Internacional del Libro. A pesar de esta situación, podemos expresar que no todo es negativo en el panorama de la lectura, al observar que en países como Argentina, Chile y Uruguay las personas pueden llegar a leer hasta tres libros al año.
Tenemos que aceptar, que en la actualidad los medios de comunicación, no estimulan la inteligencia y la capacidad para el razonamiento de las personas.