(DIARIO DE PANAM�. Domingo, noviembre 2, 1930)
Aguilera es un brujo. Su lápiz está lleno de misterios que va depositando en el papel, que por un verdadero arte mágico, va copiando en una forma insospechada hasta el momento, en que los ojos de su dueño, reflejo de un alma llena de emotividades, ven a su modo, y desde entonces queda embrujado el papel de tal manera, en una forma tan especial, que comunica su embrujamiento al feliz mortal que admira el dibujo ya realizado, que ve la obra de Aguilera Malta con vida ya propia.
Rebusco en mi imaginación, busco nombres de otros dibujantes que fueron célebres, y no encuentro con quién comparar a nuestro amigo.
Este muchacho es artista que no tiene la escuela de otro, este muchacho hace lo que hace, siguiendo su propia imaginación, y por eso su arte es suyo propio, sin copiarle nada a nadie, sin dejarse llevar por influencias de nadie y por eso su obra es fecunda, es rápida, es bella, es verdaderamente emotiva.
Grandes triunfos esperan a este hombre joven lleno de vida y de entusiasmo. Triunfos que él tal vez ni siquiera prevé, pero que adivinamos fácilmente los que admiramos su obra.
�l, como los grandes hombres, está aislado de todas las mezquindades de esta vida, y sólo piensa en su arte, en su amada profesión.
RUY DE ALVARADO. BOMBARDEOS.
Como un homenaje al amigo y compañero de labores, el ágil dibujante ecuatoriano Demetrio Aguilera Malta, quien forma parte de la redacción de este periódico, sus hermanos en estas duras e ingratas tareas del periodismo hemos querido dedicarle esta página.
Aguilera Malta no es uno de esos que llegan a menudo a estas playas hospitalarias, dándose humos de mentalidades superiores cuando en verdad no son más que unos simples mequetrefes, exploradores de la imbecilidad de unos cuantos panurgos que ven en cualquier quídam que usa monóculo un pozo de erudición, un sembrador de ideales, un nuevo Redentor que viene a redimirnos de todas nuestras faltas y a mostrarnos el camino de nuestra verdadera felicidad.
Muy otra es la condición intelectual y moral de Aguilera Malta. Más bien, peca con excesos de modestia. Siendo un mozo de esmerada preparación, un universitario que ha bebido de las fuentes de la ciencia y continúa abrevando de ellas, no hace obstinación de sus conocimientos, y más bien rehuye todo elogio a su persona.
Y sépase que Aguilera Malta no es sólo un estudiante de Derecho sino un "croniquer" exquisito, un poeta de los de avanzada y un dibujante que sabe aprisionar en su lápiz los detalles más ocultos de cuanto hiere su retina.
(Este artículo del cronista de la época TORPEDO de su columna BOMBARDEOS, continuará en la próxima entrega.)
Detalles
Aguilera Malta, en su obra, es, sencillamente, admirable, y el mejor exponente de mi afirmación es el �lbum suyo, el �lbum que ha preparado con tanto cariño y que va a ver la luz en Panamá dentro de muy pocos días.
