Muchos piensan que el momento oportuno para empezar a cuidar los dientes es cuando aparecen los permanentes, pero están equivocados.
El cuidado de las encías durante los primeros meses de vida pueden hacer la diferencia.
Según los especialistas, los bebés deben ser sometidos al aseo de su boca desde pequeños, es decir, una vez toman su biberón o el pecho debemos limpiarles su boquita con agua y una gasita húmeda para eliminar el exceso de leche que se queda adherido a las mucosas.
Como padre, no debe permitir que el niño se quede dormido sin lavarse los dientes luego de haber terminado el biberón. Esto podría ocasionar caries de biberón.
UNA VIDA DE CONFIANZA
La primera visita dental debe realizarse con la aparición de las primera pieza dental, en la que se realiza una evaluación por parte del odontopediatra.
Durante esta fase de inmadurez, los niños se la pasarán llorando, pero no debemos preocuparnos, porque el temor será superado a lo largo de las diversas atenciones que se le dé al paciente infantil.
En este momento, el odontopediatra le mostrará el consultorio a manera de reconocimiento del área y le asignará una cita para su primera limpieza dental. Se le limpiarán sus dientes y colocará flúor, se establecerán citas de control cada 3 ó 4 meses, cuando lo considere oportuno.
Establecida la conexión con el paciente infantil, se hará la elección de la crema dental apropiada y el cepillo adecuado.
El cepillo debe tener cerdas suaves, con cabeza compacta y cubierta de goma alrededor de la cabeza para que los carrillos no lastimen al niño. La crema dental dependerá de la edad del niño. Si el paciente tiene 2 ó 3 años, deberá utilizar una crema dental con contenido de flúor apropiado para la edad del niño. Ya un niño de 5 años deberá utilizar una crema dental tipo Bob Esponja o Barbie para proteger sus dientes y que el contenido de flúor sea el oportuno para esa edad.
COMPA�EROS INSEPARABLES
Es común que al infante que le erupcionen las primeras piezas dentales tengan algo de irritabilidad. La erupción de las piezas rompen el tejido de la encía para poder brotar a la cavidad bucal y esta condición se traduce en molestias para el infante. Se puede indicar algún tipo de crema local tipo admuc, matricaria, o algunos otros compuestos para refrescar el área y para aliviar en algo esta sintomatología.
En cuanto a los hábitos de higiene bucal, se le deben enseñar al niño desde muy pequeño. Ellos aprenden por imitación. Si ven a mamá y papá cepillar sus dientes diariamente, tratarán de imitarlo y, poco a poco, podrán adquirir este hábito.
Lo importante es recordar que cuando como padres aseamos los dientes de nuestros niños debemos cepillar los dientes de arriba para afuera y de adentro hacia abajo, igual de abajo para adentro y afuera pero hacia arriba, y los molares en la parte masticatoria en forma de círculo. Ellos, poco a poco, aprenderán a desarrollar la técnica de higiene oral. Lo importante es el refuerzo.
PASOS QUE SEGUIR
Hasta los cuatro años es permitido el uso del chupete, pero al llegar a esta edad, si el niño persiste con este hábito, debemos visitar al odontopediatra para que no se deforme la mordida, ni el paladar ya que nos podría dar como consecuencia una mordida abierta que conllevarían al paciente a tener que utilizar aparatología más adelante.
Por otro lado, al momento de caerse los dientes se debe llevar un control con el odontopediatra para que lo guíe acerca la erupción de las piezas permanentes.
Además, debe llevar una dieta balanceada con consumo de frutas, leche y demás alimentos, pero recordando siempre el aseo de los dientes después del consumo de los alimentos.