Tristeza y dolor fue lo que se vivió a tempranas horas de la mañana de ayer jueves, durante la misa de cuerpo presente de Magaly Rivera, en la iglesia Santa María La Antigua, ubicada en el corregimiento de Betania.
Rivera, quien era maestra, murió arrollada la noche del sábado cuando intentaba cruzar por la línea de seguridad en la vía Ricardo J. Alfaro, a la altura de la Universidad Tecnológica de Panamá.
La misma dejó en la orfandad a dos niñas, de 7 años y 9 años. La misma residía cerca del lugar de los hechos.
Su esposo César Rodríguez manifestó que al ver el cuerpo de su esposa, todo destrozado, quedó impactado.
Además, lo embargó el dolor cuando, al apersonarse el lunes a eso de las 8:00 de la mañana a las instalaciones de la Fiscalía Auxiliar de República, se dio cuenta de que el conductor del auto lujoso, José Luis Aranda, estaba libre al ser beneficiado con una medida cautelar.
"Le pido justicia a las autoridades para que este delito no quede impune", dijo con voz sollozante Rodríguez.
Se conoció que hasta ayer jueves, las dos infantes fueron informadas de que su madre había muerto.
El ataúd que llevaba los restos de Rivera fue trasladado a la comunidad de Churuquita Grande, Penonomé, provincia de Coclé, para darle cristiana sepultura.