La dirigencia del transporte público de pasajeros reclama un aumento de más del 60 por ciento en el pasaje que se le cobra a los usuarios del área metropolitana. Incrementar de 25 a 40 centésimos la tarifa a los pasajeros, sin introducir ninguna mejora al sistema, es inaceptable.
Si bien es cierto que el diésel registra un incremento, la dirigencia de la Cámara Nacional de Transporte no puede pretender hacer reclamos para incrementar los costos para los usuarios, ofreciendo el servicio en los mismos autobuses en los que transportan actualmente a los panameños que día a día se ven obligados a utilizar esos vehículos.
Gente acalorada, pasajeros hasta en los estribos, asientos para niños en los que quieren forzar que tres adultos puedan sentarse, conductores groseros y otros que abusan de la velocidad exponiendo a la muerte a los usuarios, son parte del rosario de deficiencias de los autobuses que nunca se resuelven.
Los transportistas deben entender que los usuarios no les tienen buen aprecio por sus abusos tradicionales y el amenazar con paros si no se accede al alza del pasaje, sería un nuevo fracaso como el que se expusieron recién comenzaba gestiones el actual gobierno.
Si bien es cierto que el precio del galón de diésel se incrementó, la CANATRA debe buscar otros mecanismos para reducir costos y hacer su actividad rentable, porque un alza del pasaje para seguir viajando en chatarras, nadie se lo aceptará.