La parte antigua de la ciudad se unió a la modernidad ayer con la apertura de la segunda fase de la Cinta Costera.
Para los residentes de San Felipe, la moderna ampliación de esta vía representa el contraste entre el Casco Antiguo y la ciudad cosmopolita. Sin embargo, los comercios del área temen que sus negocios se vean afectados por la nueva vía.
Para el gobierno, el proyecto tiene un costo superior a los 50 millones de balboas.
Con la apertura de la vía se han realizado algunos cambios en calles aledañas, especialmente en la Eloy Alfaro, que conduce al Barrio Chino.
El ministro de Obras Públicas, Federico José Suárez, explicó que como parte del proyecto se construirán 267 estacionamientos soterrados y una plaza donde se realizarán actividades familiares.