Martes 17 de nov. de 1998

 








 

 


EDITORIAL
Vicisitudes del Hospital de San Miguelito

El Hospital San Miguel Arcángel, construido en la populosa repartición distrital de San Miguelito después de superar dificultades crecientes donde se llegó a colocar nueve veces la piedra inicial de la obra, y en una de ellas, los dineros obtenidos en Francia desviados a propósitos burocráticos diferentes, generando suspicacias y recelos en la colectividad, recibió ayer oficial apertura.

El acto inaugural que debió desarrollarse en armonía, con plenitud de orgullo para todos los asistentes, resultó ofendido con protestas, voces y pancartas en las cuales los protestarios, vecinos de la localidad, agremiados en Modesan, organismo de los desempleados de San Miguelito, reclamaron el incumplimiento de promesas y acuerdos alcanzados con las autoridades de Salud, señalando en concreto a la ciudadana ministra, Dra. Aida de Rivera, a quien acusan ácidamente de engaños y olvidos.

El Hospital de San Miguelito sufrió la muerte criminal de su inicial constructor, un canadiense de apellido Barton, a quien pandilleros locales dedicados al robo de relojes finos, mataron en lujoso barrio capitalino; delito que todavía no se castiga, en torno al cual surgen interrogantes graves y suspicacias profundas que llevaron a la empresa aseguradora del contrato a concluir la obra.

En reiteradas ocasiones, los pobladores del distrito de San Miguelito reclamaron la asignación de un número plural de posiciones administrativas y burocráticas, y realizaron gestiones y jornadas callejeras, donde -afirman- recibieron esperanzas ciertas de acceder a tales peticiones, que ahora resultan desconocidas e irritan a los manifestantes quienes sufren frustración y engaños.

Por otra parte, las autoridades públicas del Ministerio de Salud diseñaron un mecanismo administrativo y laboral, ahora en fase experimental, que concita participaciones privadas, al licitar la prestación de los servicios en entidades particulares que deberán darle cumplimiento a las delicadas tareas sanitarias, cuyos resultados son esperados con interés por los sectores preocupados de la modernización de las labores de salud en Panamá; experimento que de resultar de éxito será mostrado como modelo futurista de la gestión pública.

Las labores de atención sanitarias y salutífera del Hospital San Miguelito son elemento sensitivo y de fortaleza para reclamar serenidad y sosiego, de manera que el desenvolvimiento de ellas sirva de referencias y de comprobación del acierto o descalabro de la fórmula en prueba.

Radicalizar enfrentamientos, incentivar cierres callejeros; mantener en inquietud e intranquilidad el Hospital San Migueito es un equívoco que poco abonaría a favor de sus ejecutores: lo importante y de trascendencia para el país es coadyuvar para que la obra alcance los logros y beneficios que previeron sus mentores.

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
Los Seis del Veinte participan en el programa "Esa cabellera blanca".


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, compro innecesariamente.


OPINIONES



 

 

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