La selección de fútbol de Guatemala viajó ayer a Estados Unidos, en busca de un milagro en el partido de la eliminatoria para el Mundial de Sudáfrica 2010.
Los chapines, dirigidos por el guatemalteco Benjamín Monterroso, se juega la última carta frente a Estados Unidos, pero su clasificación al hexagonal final no depende sólo de su victoria, sino también de una derrota de Trinidad y Tobago frente a Cuba.