El fenómeno del descubrimiento y conquista del nuevo mundo, trajo como consecuencias el establecimiento de estas tierras de América de gobiernos para mantener un sistema estricto y férreo en el sostenimiento de su política económica y social.
Nuevas autoridades impuestas por el hombre blanco rompieron los comportamientos con sus magistrados, virreyes, carceleros y verdugos, para esclavizar y someter a los indígenas. En el Istmo, algunos de estos gobernantes fueron en extremo severos con el pueblo, otros permitieron una lucesita apenas perceptible de libertad, como es el caso de Juan de la Cruz Murgeón que aceptó bajo su efímero mandato, el establecimiento de sociedades patrióticas, también la libertad de prensa y fue en esta época que se fundó el primer periódico panameño "Misceláneas del Istmo", órgano informativo que llevó a todos los rincones de la Patria, las inquietudes de libertad, asimiladas por criollos y mestizos.
El movimiento se incuba y estalla luego con el Primer Grito de Independencia en la Heroica Villa de Los Santos, emitido por don Segundo Villarreal y su gente, seguidos de otros puntos del interior que también lanzaron gritos de incomodidades sustentados en sus proclamas. El movimiento tomó forma y dimensión, llegando a la ciudad de Panamá, donde un grupo de inquietos ciudadanos con ánimo fervoroso, aprovechando el descontento popular, acogen la idea de independencia de la Madre Patria, el 28 de noviembre de 1821. Se reunió la Junta integrada por el Cabildo de la ciudad, conformado por autoridades militares, civiles y eclesiásticas, quienes luego de discutir la incómoda situación existente, decidieron proclamar espontáneamente y de acuerdo a la petición general del pueblo, la independencia de Panamá de España.