Panamá tuvo suerte con un sorteo sin mayores riesgos. Iniciamos con el pie derecho jugando en casa ante un rival de mediana fuerza, Guatemala, al que le hemos pegado y del cual no creo que nos deba complicar la vida.
Sé que es miércoles de ceniza, pero que eso no trastoque al equipo, la selección debe olvidarse de sus carnavales y mejor hacer el entierro de la sardina hasta la noche del 9 de febrero y celebrar con tres puntos.
Económicamente este primer compromiso tal vez no sea tan lucrativo, pero corresponderá a la Federación crear un buen mercadeo para venderle la idea a los panameños de que tengan su Carnaval en el Rommel.
Visitar San José no será nada fácil, allí los ticos son un rival muy duro, pero no hay que pensar de forma negativa ese 26 ó 27 de marzo, será un día para la venganza. Llegó el momento de hacerlo por todo lo que nos ha pasado con los vecinos. Sé que nos llevan un mundo en fútbol, pero la pelota es redonda y para cualquier lado corre.
Otro colombiano dirige a Costa Rica - con mentalidad muy similar a la de nuestro técnico- Jorge Luis Pinto, un señor que en su primer juego en la pasada ronda cayó estrepitosamente en su casa ante Honduras, pero el tiempo le dio la clasificación.
Paulo César Wanchope es su estrella. Nosotros tenemos a nuestros muchachos, pero ante este tipo de goleadores, igual en el caso del "Pescador" Ruiz, hay que echar a nuestros hombres más experimentados. Son goleadores de otro nivel, allí Mario "Chalate" Torres será nuestro escudo. Sí creo en la juventud, pero también la experiencia te dice qué hacer en determinado momento.
El tercer compromiso será en nuestra casa con México, será la segunda vez que los recibamos, en la anterior con un equipo más veterano y experimentado (no mejor), perdimos por la mínima. La gente en ese entonces celebró, pero yo prefiero lograr aunque sea un punto ante este coloso del Norte, ellos han bajado, nosotros hemos subido, y su clasificación fue un paseo con ese poco de islas con que jugaron.
No veo un México súper poderoso, veo un rival duro, así como lo es Estados Unidos, pero no algo para temer. Dirigidos por el polémico Ricardo Lavolpe, de seguro será uno de los tres clasificados directos al mundial, no son nuestros rivales directos, pero sí debemos quitarles puntos (que a ellos les sobrarán). Para pensar en ir a Alemania, será vital este compromiso, el que nos dirá si estamos en la ruta del rin.
Para el cuarto compromiso, jugar en Trinidad y Tobago no es la muerte. Si ganamos en Kingston con Jamaica que era más difícil, no veo por qué no se pueda repetir la historia. La vez pasada nos golearon, pero el pasado pisado, ahora somos mejores.
Iniciando junio tendremos que ir a esta isla, con otro de los equipos que considero debemos sobrepasar, para mi el más débil de los seis. Si queremos pensar en estar en el baile mayor debemos pasar por encima de ellos y conseguir 6 puntos ante los protegidos de la CONCACAF.
Un par de días después nos tocará recibir a Estados Unidos, ya lo hicimos y ellos nos empataron contra el reloj. Ya ellos nos respetan, tenemos que poner todo de nuestra parte y olvidar el 6-0 vergonzoso de Washington y concentrarnos en que podemos.
Allí termina la primera ronda con la que si tenemos suerte y todo sale bien, debemos estar de tercero y promediar cerca de 9 puntos, tomando en cuenta que jugamos tres compromisos en casa.
La segunda ronda es más difícil, pero no imposible. Iniciamos visitando Guatemala, donde de seguro se querrán vengar de la derrota que les propinamos (si Dios me oye) en el Rommel Fernández.
Y luego recibimos a Costa Rica. Aquí debe ser ellos o nosotros, la ley del sobreviviente, así que preparen sus gritos. Si todo sale bien, en esta ronda este será el juego decisivo, el que nos dé casi la clasificación.
En el Azteca, el siguiente compromiso, no hay que perder la calma como nos pasó en Washington, podemos salir goleados. Todo con calma Panamá.
Y llegó el penúltimo juego. El que nos debe clasificar (estoy soñando) en casa ganándole a Trinidad y sumando tres puntos vitales. Así debe ser la historia. Claro que todo si el arbitraje no se nos tira con parcialidades.
Y finalmente, el juego que nos puede dar alegrías o tristezas, en la capital de Estados Unidos nos enfrentaremos al coloso del Norte, que ojalá esté clasificado, y aunque no regalen nada, si ya están en el Mundial no nos tirarán al equipo más bravo.
Un sorteo aceptable, en el que nos sonrió la suerte, no veo mayores contratiempos. Ahora que la suerte está echada, que ruede el balón y a clasificar...
