Tiraba balas que era un contento, pero la sonrisa se le convirtió en mueca cuando tomó de su propia medicina.
Martín Ernesto González, de 21 años, resultó herido con un impacto de bala en el muslo derecho y en la muñeca.
A los primeros minutos de la madrugada de ayer, sábado, González abrió fuego contra los policías que lo perseguían por el barrio Viejo Veranillo, corregimiento de Curundú, donde hacía alardes de su dotes de tirador con una escopeta.
Los uniformados respondieron a las detonaciones que hizo el pistolero, a quien detuvieron con el arma y lo trasladaron herido a la Sala de Urgencias del Hospital Santo Tomás, donde permanecía fuera de peligro -hasta la tarde de ayer- y custodiado por los policías.