En menos de 24 horas, dos agentes de seguridad fueron asesinados por delincuentes para robarles su arma de reglamento.
El primer homicidio fue el del policía jubilado Urbano Domínguez Soto, de 56 años, quien recibió dos impactos de bala en la axila derecha y muslo izquierdo.
Domínguez custodiaba el local Materiales Colón y fue asesinado el viernes; minutos más tarde, la Policía Nacional capturó a los supuestos homicidas.
Por otro lado, Abel Edgardo Estrada Morales, de 39 años, quien trabajaba para la "Dragon Security Corp", murió de un disparo en el abdomen cuando vigilaba la Universidad Santa María la Antigua, ubicada en Margarita, Colón.
Según algunas versiones, el seguridad luchó para evitar que los sujetos le robaran el arma calibre 38, pero los malhechores le dispararon y huyeron de la escena del crimen dejándolo tendido en el pavimento.
El seguridad fue atendido por paramédicos quienes dictaminaron su muerte; en tanto, a los delincuentes los esperaba un vehículo sedan blanco, en el que escaparon sin dejar rastro alguno.
César Cedeño, gerente de Operaciones de "Dragon Security Corp", dijo sentirse consternado porque la delincuencia se está tomando las calles.
"Lamentó que un hombre humilde y trabajador perdiera la vida en manos de criminales que no les importa matar para robar", agregó.
"Estrada era un hombre muy trabajador que tenía tres años de estar laborando para nosotros y demostró ser eficiente y correcto", enfatizó.
Se conoció que Abel vivía solo en un cuarto arrendado, se desconoce si el occiso dejó hijos en la orfandad.
Este es el homicidio 110 en lo que va del año en Colón.