El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, dejó sin concluir una visita a Haití "para evitar correr el riesgo de ser asesinado".
Así lo aseguró el embajador de República Dominicana en Haití, José Serulle Ramia, a una emisora de radio local (Metropol) poco después de que el presidente dominicano abandonara Puerto Príncipe tras reunirse con su homólogo haitiano, Boniface Alexandre, y el primer ministro, Gerad Latortue.
La visita de Fernández al Palacio Presidencial se vio ensombrecida por la presencia de jóvenes manifestantes, que quemaron neumáticos y tiraron piedras para protestar por unas supuestas declaraciones despectivas que habría hecho previamente a su visita el presidente dominicano.
El presidente tuvo que marcharse para "evitar correr el riesgo a ser asesinado", declaró el embajador en la entrevista radial, en la que exigió explicaciones al Gobierno de Haití sobre los incidentes que interrumpieron la visita de Fernández.
Por otra parte, desmintió las declaraciones publicadas por la prensa internacional atribuidas a Fernández, en las que califica a los dirigentes haitianos de corruptos y a Haití de Estado debilitado.