ABRACADABRA
"El patrón y sus peones"
"La Asamblea se comporta como si el Torodictador fuera su patrón
y los legisladores sus peones".
Carlos Guevara Mann
Poco después del referéndum
del 30 de agosto, circuló un manifiesto que evaluaba la experiencia
que constituyó esa consulta popular y pedía rectificaciones
urgentes. Se publicó en esta columna el martes 8 y jueves 10 de septiembre
de 1998.
En ese manifiesto se criticó, entre otros asuntos: "La pasividad,
ineficacia y parcialidad del Fiscal Electoral [Raúl López],
quien no procedió con diligencia a realizar las investigaciones de
múltiples denuncias de uso de recursos del Estado en la promoción
de la propuesta oficialista."
Y se pidió el rescate urgente de la Fiscalía Electoral,
organismo completamente inoperante y desprestigiado, tarea que debía
comenzar por "el reemplazo de su titular" por "un ciudadano
de rectitud y méritos comprobados".
Pero esta solicitud no importó a nuestro gobernante absoluto.
Que la naturaleza del cargo y la proximidad de las elecciones exigieran
el nombramiento de un ciudadano imparcial, capaz y comprometido con la democracia,
no era de su incumbencia.
Lo importante es tener en la Fiscalía Electoral a un incondicional
del PRD, y por eso se designó a Gerardo Solís.
Y la Asamblea lo aprobó, por 42 votos a favor, según El
Panamá América del jueves 10 de diciembre. Hubo 7 "abstenciones"
y a 23 legisladores no les dio la gana de presentarse a la sesión.
La Asamblea se comporta como si el Torodictador fuera su patrón
y los legisladores sus peones.
Entre los 49 legisladores presentes en la sesión había
gobiernistas y "oposicionistas". También los había
entre los que votaron por Solís.
Pero ninguno se atrevió a pronunciarse contra el actual Ministro
de Vivienda, por más que su nombramiento como Fiscal Electoral sea
absolutamente inconveniente, dados su sectarismo y sus claros nexos con
el oficialismo, que erradican toda expectativa de imparcialidad.
Es que Solís fue Director del FES, dependencia del Ejecutivo que
administra las partidas circuitales y les suelta a los legisladores la plata
en el momento y la forma en que éstos la quieren.
Cuando llegó la hora de devolver el "favor", los legisladores
aprobaron a Solís, por más que su nombramiento fuese un atropello,
porque así funciona el clientelismo nefasto.
Hay que tener muy claro desde ahora quiénes serán los culpables
si el próximo proceso electoral no se desarrolla con absoluta transparencia:
el Presidente de la República, los magistrados del Tribunal Electoral,
el nuevo Fiscal Electoral (Gerardo Solís) y los integrantes de la
actual Asamblea, quienes por su pésima actuación en éste
y otros casos no merecen que el electorado los reelija.
Es necesario averiguar los nombres de los 42 legisladores que votaron
a favor de Solís, al igual que de los 7 que se "abstuvieron"
(por qué no votaron NO?) y de los 23 que no les dio la gana de asistir
a esa sesión, por lo que son tan responsables como los que sí
fueron y votaron "sí" o se abstuvieron.
Hay que divulgar y circular esos nombres, al lado de los partidos a que
pertenecen y los circuitos que representan, para que el pueblo panameño
tenga muy claro, el 2 de mayo, por quiénes NO debe votar, porque
sus acciones atentan contra el bien común.
Y hay que apoyar la propuesta de Mireya Moscoso y la Unión por
Panamá, de eliminar las partidas circuitales.
Esos fondos deben asignarse a los municipios y entidades del gobierno
central, o entregarse a organizaciones no gubernamentales tras procesos
transparentes de licitación, con el fin de que se empleen para beneficio
de las comunidades.
Porque, como lo vemos en este caso, las partidas circuitales fomentan
el clientelismo, práctica perversa que corrompe el sistema democrático
y opera en perjuicio de los intereses de la colectividad.
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