Uno de los episodios más extraordinarios en la historia de las guerras tuvo lugar la nochebuena de 1914. En medio de la primera guerra mundial, tropas alemanas atrincheradas en Ypres, Bélgica, comenzaron a decorar sus trincheras con adornos navideños, y a cantar villancicos. De pronto, los mismos villancicos comenzaron a escucharse en inglés, del lado de las trincheras británicas. Las tropas abandonaron los fusiles y se reencontraron en la llamada "Tierra de Nadie" para intercambiarse regalos. Fue la primera de las llamadas "treguas de Navidad", que se repitieron los 24 de diciembre de 1915 y de 1916.