El día apenas comenzaba y los rayos del sol naciente se apoderaban de la ciudad.
Mientras que en un bar de la localidad, un ciudadano de etnia indígena se ahogaba en el alcohol para tratar de olvidar sus penas.
Y como el alcohol no borra, sino que aviva los recuerdos, el sujeto no respetó la vida que Dios le regaló y se tiró del cuarto piso de un edificio ubicado arriba del "Bar La Saoco", en la Calle 25 de Calidonia.
Fue rescatado por los paramédicos de la ambulancia 548 de la Caja del Seguro Social, quienes lo trasladaron al Cuarto de Urgencias del Hospital Santo Tomás.
Cabe destacar que el sujeto, quien quedó recluido, no quiso dar su nombre ni a los policías ni a los médicos.
El suicidio no es un escape a los problemas; todo en la vida tiene solución, menos la muerte, pero daña a los seres queridos cuando es provocada.