"Hijo mío, no te demores", fueron las últimas palabras que escuchó el hijo de señora Felicia Bonilla Cisneros, al ir a jugar en un Internet cercano a su apartamento, sin saber que esa sería la última vez que vería y escucharía a su madre.
"Crítica" conversó con una de las hermanas de la víctima, quien contó que Felicia estaba en su casa con su hijo de 16 años, cuando llegó José Antonio a visitarla. " Mi sobrino bajó al Internet y dejó a su mamá con ropa de dormir, en compañía de José. A las 9: 00 de la noche José Antonio bajó con un paraguas a buscar a mi sobrino y le dijo que mi hermana se había ido para el interior".
El menor, un poco confundido, le manifestó a José que cómo era eso, porque su mamá nunca salía sin avisar y además no estaba vestida para salir a la calle, pero José le aseguró que su mamá se había ido y que él lo iba a cuidar.
Según contó la hermana de la víctima, José dejó al menor en el Internet y se fue, pero le aseguró que regresaría. Pasadas las 11: 00 de la noche del viernes, lo llevó a comprar una comida y comieron en el apartamento, luego José se fue y el joven durmió solo.
El sábado, el menor llamó a su mamá al télefono celular, pero estaba apagado. Durante el transcurso del día domingo, tampoco se supo nada, pero en horas de la noche, ya la familia estaba angustiada y se dieron cuenta que Felicia estaba desaparecida.
En horas de la tarde del lunes, una familia compuesta por siete hermanos oriundos del área de Calobre, en Veraguas, se enteraron que su hermana más pequeña había sido asesinada.
Por este crimen está siendo investigado la última persona que estuvo con Felicia Bonilla Cisneros, su compañero José Antonio Villarrreal, quien en horas de la tarde de ayer, miércoles, se entregó a la Fiscalía Auxiliar de la República para aclarar la situación y enfrentar declaraciones que lo señalan como la última persona que estuvo con Felicia en su apartamento, el pasado viernes cuando desapareció.
El cadáver de Felicia Bonilla Cisneros de 49 años, fue encontrado en horas de la tarde del pasado lunes, en el sector de Ollas Arriba, distrito de Capira.
Estaba amarrada de pies y manos y su cabeza envuelta en una sábana. Pero su asesino o asesinos, además introdujeron el cuerpo en una bolsa que se utilizan para dormir.
Cuando descubrieron el cuerpo aún mantenía puesto el camisón de dormir, pero estaba en avanzado estado de descomposición.
El examen de necropsia realizado determino que la mujer murió estrangulada y que tenía varios días de haber sido asesinada.
La víctima era la administradora de la Cafetería, ubicada en la Caja del Seguro Social. Su allegados la describen como una mujer honrada, puntual en sus obligaciones y una madre que amaba a su hijo más que a nada en este mundo.
La PTJ realizó una inspección ocular en el apartamento de la víctima, ubicado en el sector de Perejil y encontraron con manchas de sangre, la almohada que usaba para dormir Feliciana.
Sus familia pide justicia confían en que la persona implicada o los vinculados en el crimen enfrenten la justicia.