El 24 de enero de 1924, tres días después de la muerte del Premier Vladimir Lenin, el gobierno de la Unión Soviética decidió en su honor renombrar la ciudad de Petrogrado como Leninigrado. Luego de la caída de la Unión Soviética, la ciudad retomó su nombre original: San Petersburgo, dado por el Zar Pedro I en 1703. San Petersburgo fue por más de 200 años la capital del Imperio ruso.