El 27 de enero de 1951, una franja de terreno desértico de 3,500 kilómetros cuadrados en el estado de Nevada comenzó a ser usada por el ejército estadounidense para efectuar pruebas con bombas nucleares. Entre 1951 y 1992, se llevaron a cabo 928 pruebas, de las cuales 828 fueron subterráneas y el resto sobre tierra. Las nubes de hongo de las bombas atómicas podían verse a 160 kilómetros de distancia, incluso desde la propia ciudad de Las Vegas. En total, el llamado "Sitio de Seguridad Nacional de Nevada", vio la detonación de 1,021 bombas nucleares.