La mayor sorpresa en la historia del boxeo profesional ocurrió en Tokio, Japón; un 11 de febrero de 1990. James "Buster" Douglas, un peleador relativamente desconocido, se sobrepuso a una caída en el octavo asalto, para noquear en el décimo asalto al campeón indiscutible de los pesos completos, Mike Tyson, quien estaba favorito en las apuestas por 42 a 1.