La profesional con voz grave dijo: "ahora es muy difícil criar a los hijos". Curioso pregunté por qué. Contestó que hay mucha "competencia" para criar a sus hijos pre y adolescentes. �Competencia? Realmente no entendía. Entonces la dama con paciencia señaló la "competencia".
Primero están dentro del hogar. Ellas son la televisión y el internet, aunque ahora debe agregarse los celulares y videojuegos.
Iba comprendiendo el problema.
Afuera están los amiguitos "de la esquina", que "a veces mis hijos les creen más a ellos que a sus padres", dijo.
También entran en el escenario los compañeritos de escuela. Algunos tienen malas costumbres y hasta vicios.
Suspirando dije que "esa es la realidad de esta época". Existe mucha " sexualización" y no le extrañe que hasta niños sean víctimas de malicia...
Añada los malos ejemplos y la pérdida de los valores. Antes la honradez y la honestidad eran importantes ejemplos. Ahora no les extrañe que ser correcto lo consideren "hipócrita" y tonto.
El "dinero fácil" que se ve en los guetos y en telenovelas y películas, compite con los valores que se tratan de enseñar a los menores.
Esos chiquillos están entrando en una edad en la que no solamente hay cambios hormonales, sino sociales y personales.
Por eso luchan porque "ya no les consideren chiquillos.
No es de extrañar que quiten la cara cuando la madre quiera darle un beso (como hacía al ser niño).
Si tienen la mala suerte de entrar a pandillas, el asunto se complicará. Violará la ley y estará expuesto a morir.
Ese sentimiento de "independencia", de querer ser adulto antes de tiempo, hará que se consideren los consejos y reglas de los padres como algo "obsoleto", antiguo, que "no los comprenden", etc.
Cuando el menor no tiene una alta autoestima (personalidad), podrá ser víctima fácil de manipuladores, ya sean menores o personas adultas.
Les indico a mis estudiantes que "lo que hagan hoy, lo van a disfrutar o lamentar mañana". No es raro escuchar risitas burlonas, o miradas de "compasión"...
Insisto en que todo dependerá de las decisiones que tomen ahora niños, jóvenes y adultos. Si actúan mal, pueden "fregarse" por el resto de su vida.