Britney Spears acudió temprano a la escuela de baile Millenium, donde siguió ensayando las coreografías para su nuevo vídeo musical del álbum Blackout.
La artista fue flagrada varias veces por fotógrafos de la agencia X17, abandonando el lugar por la puerta de servicio para poder fumar.
La artista estuvo en todo momento, bajo el cuidado de los guardaespaldas contratados por Jamie Spears, padre y tutor de la cantante.