Jueves 25 de febrero de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Al margen de la política partidista

Mientras la vorágine política consume al país, una serie de sucesos se dan en las calles citadinas y en las oficinas públicas, mientras la cúpula gobernante se muestra indiferente o apática para atender estas anomalías.

Se ha filtrado que hay numerosas quejas en el pago de pensiones alimenticias en las corregidurías del interior de la República, pero el Ministerio de la Familia y la Niñez no actúa como es debido para que los padres de familia las cobren. En Chitré, por ejemplo, las madres tienen que sufrir groserías del personal subalterno, además de la postergación en la entrega de las asignaciones que les han sido fijadas por las autoridades. Este ministerio debe poner más atención a los padres que no cumplen con la manutención, especialmente en la región de Azuero.

En una de las emisoras capitalinas se hizo la denuncia de que cuatro miembros de la DIIP balearon a un ciudadano y éste responsabilizó a la policía de Parque Lefevre, quienes lo dejaron tirado en el Hospital San Miguel Arcángel. De acuerdo al denunciante, esto ocurrió en presencia de numerosos testigos.

Ayer mismo, una ciudadana también denunció en el programa "Amanecer Típico" de RPC Radio que un conductor de taxi le había faltado el respeto y tocado en sus partes íntimas en las inmediaciones del restaurante El Cruce de Calidonia. Según la querellante, este sujeto en forma impune acostumbra a estos actos porque no hay vigilancia en el sector.

Estos sucesos se registran en forma cotidiana en nuestras comunidades, pero nuestras autoridades, absorbidas por la política, poca o ninguna atención le ponen a la solución de estos problemas.

La pesadilla de los policías de Tránsito que nunca están cuando se les necesita; los vecinos que arrojan basura y agua sucia a las calles; la cada vez más creciente presencia de piedreros y ladronzuelos en nuestros barrios y la laxitud de los policías en atender una denuncia, está llevando al borde de la desesperación a la ciudadanía que ahora tiene que defenderse de los ladrones y de algunos policías delincuentes.

El gobierno también tiene que enfocar su óptica en estos problemas que también son importantes. La flexibilidad que se está dando con las pensiones alimenticias no le hace ningún bien a las autoridades provinciales pertinentes que por compadrazgo o por amistad postergan el pago de esas obligaciones y la altanería y amenazas de los funcionarios subalternos tienen ya que acabar.

Demandamos, pues, una investigación exhaustiva de todas estas denuncias que inciden en el estado anímico de la comunidad que ya comienza a irritarse.

 

 

 



 

AYER GRAFICO
René Rizcalla, uno de los profesionales más completos de la televisión panameña


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no coopero con el aseo de la ciudad


OPINIONES




 

 

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