Las reclusas del Centro Femenino de Rehabilitación Nueva Esperanza, en Colón, realizaron ayer, jueves, una protesta en el patio del penal.
Argumentaron que necesitan que las altas autoridades del sistema penitenciario escuchen sus solicitudes.
Piden que las lleven a las audiencias, ya que se las pierden por falta de transporte; que las atiendan los médicos ginecólogos; que nombren a una directora que esté pendiente de los problemas; que no las maltraten algunas custodias.
Actualmente en ese penal hay 61 mujeres.
Pidieron que la ministra de Gobierno y Justicia, Roxana Méndez, haga una visita al penal para que vea ella misma la condición en la que se encuentran.
Informaron que las amenazaron con lanzarles bomba lacrimógenas, porque este medio dio cobertura a la protesta.