FAMILIA
El temor, enemigo interno
Lic. Joaquín Alberto Arias E.
Existe mucha gente que no
sabe cómo ahuyentar al miedo de su mente. Si son pobres, creen que
teniendo salud y dinero no temerían a nada ni sentirían el
menor fastidio.
Creen que si tuvieran mayor abundancia de cosas y lujos podrían
desechar la ansiedad y sus consecuencias; pero la verdad sale a relucir
cuando logran lo apetecido y sigue persiguiéndoles en otra forma,
el mismo enemigo o temor. El aburrimiento y el temor son los peores enemigos
de la felicidad y asesinos de la dicha. Realmente el miedo es un antiguo
enemigo del hombre y el fastidio es su antipático cómplice,
el miedo fue siempre algo instintivo y propio de la condición humana,
sin embargo el fastidioso aburrimiento no es más que una enfermedad
generalizada de nuestros tiempos. Una persona de excelentes cualidades,
pero continuamente perturbada por el temor arruinará su carrera.
El temor aniquila la esperanza desvanece la fuerza de concentración
y anula la iniciativa. Este temor interno nuestro es enemigo de cualquier
proeza y envenenador de toda felicidad. Hay personas que creen estar bajo
la amenaza de la desgracia y esta sensación les acosa hasta en los
instantes más felices de su vida; estos temores son tan intrínsecos
que afectan al individuo de tal forma que no disfruta del placer de un momento
de dicha. Otros hay cuya felicidad no es completa por el solo temor de una
enfermedad imaginaria, describen sus tremendos síntomas con tanta
seguridad como si ya sufrieran al trauma en su organismo, este miedo constante
dificulta la digestión, anula la resistencia física y nos
afecta enormemente nuestro cuerpo. El temor afecta y altera la circulación
de la sangre, envenena las secreciones y debilita los nervios. Las cosas
que nos deprimen y angustian nos producen temor y ansiedad, es entonces
cuando se comprimen los vasos sanguíneos de nuestro cuerpo para entonces
entorpecer el funcionamiento normal. ¡MIEDO! terrible fantasma de
la imaginación que la humanidad no ha podido librarse para darle
paso a la libertad del alma; parece como si el ser humano estuviese acorralado
y le obliguen a pasar por el callejón de las desgracias como se vieron
acometidos nuestros antepasados sin poder destruir el miedo de sus mentes.
Desde los albores de la historia hasta el tiempo presente hemos sido atormentados
por los fantasmas del temor en sus diferentes formas mentales y una sola
desgracia imaginaria: el temor mismo.
Ha llegado la hora de vencer al temor atacándole de frente con
ímpetu, valiéndose de sentimientos más poderosos; la
confianza y la fe, los liberaremos del temor, alejándolo poco a poco
hasta reemplazarlo. Una vez desalojado seremos premiados con el gran don
de Dios: la paz.
El sufrimiento nos golpea contra alguna de las realidades más
duras de la vida. Nos esfuerza a preguntarnos que cosas son verdaderamente
importantes en la vida. Al evaluar nuestro rumbo y nuestros propósitos,
nos acercamos a la honestidad personal con respecto a nosotros mismos y
a los demás- Cualquiera que se haya sentido cerca de la muerte, recordará
la clara introspección que la experiencia le trajo, algunas cosas
que parecian importantes, resultan triviales y secundarias. El sufrimiento
puede enseñarnps a canalizar nuestra fuerza por rumbos verdaderamente
importantes. La buena suete no es tanto un producto de la circunstancias
como el resultado de nuestra forma de confrontar los ehchos de la vida.
|
|
Contacto con sustancias químicas |