Jueves 25 de marzo de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Vientos de guerra y tensiones políticas

El detonante de la Primera Guerra Mundial fue el asesinato del Archiduque Francisco Fernando en Sarajevo, provocando ese suicidio colectivo que fue la primera de las grandes guerras que envolvió a los cinco continentes.

Los acontecimientos de Kosovo y la tensión en Serbia parecen apuntar hacia el mismo sitio una nueva conflagración en los Balcanes por la serie de sucesos bélicos que se están desarrollando en esa área.

El mundo está viviendo días oscuros a juzgar por los actos insensatos que se están verificando en diferentes ciudades. El asesinato del doctor Luis María Argaña, vicepresidente del Paraguay, agrega una página bochornosa y engrosa un capítulo luctuoso a la historia política latinoamericana. Implicados están el presidente Cubas y el general golpista Mino Oviedo como responsables del crimen.

Por otra parte, todavía no se ha esclarecido el asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial de México, que a cinco años de distancia continúa en el misterio.

Los sucesos políticos del Ecuador y el arresto del expresidente Fabián Alarcón también ponen una nota de preocupación en el país andino que ahora mismo está en un proceso de inestabilidad por la ola de huelgas y manifestaciones que azota a varias ciudades.

Finalmente, el mundo vive pendiente de la suerte del general Augusto Pinochet, de quien se ha decretado que no goza de inmunidad diplomática y por lo tanto puede ser enviado a España para ser juzgado por tribunales hispanos.

Y qué decir de Panamá, donde un gobierno indolente castiga al pueblo con las privatizaciones de empresas públicas y trata de justificar, con publicidad engañosa, que es mejor el flúor en la sal que en el agua, cuando los odontólogos señalan todo lo contrario. Y a ello hay que sumar la educación en mal estado y las escuelas en deplorables condiciones después de haber proclamado la "modernización" en los campos de Salud e Instrucción Pública.

Nuestro país, que está en vísperas de un torneo electoral, también sufre la pesadilla de candidatos, quienes no se han quedado atrás en aquello de hacer promesas que tal vez no lleguen a cumplir, por la tempestad de frases vanas que emiten en los comicios.

Como se podrá observar, el fin del milenio se acerca con pocos augurios favorables. Mientras los vientos de guerra soplan en Europa, el resto de América Latina está convulsionado. En Panamá muchos corren tras la primera de las promesas electorales y en el resto del continente todavía siguen esperando que brille el sol de las reivindicaciones populares. Ojalá veamos esa luz al final del túnel.

El diagnóstico para nuestro pueblo es impredecible. Algunos advierten un período de rapiña cuando se nos entregue el Canal. Otros auguran una prosperidad en manos de consorcios extranjeros y que nos doblegaremos a los efectos de la globalización. Porque sin duda alguna los acontecimientos de Kosovo y del panorama internacional se reflejarán entre nosotros de forma directa por ser un país de tránsito y encrucijada de las Américas.

Panamá, que debiera ser dueña de un destino superior, también gravita en la órbita de la incertidumbre. Es evidente que muchos malos panameños no quieren este país y prefieren vender todos sus recursos. Ese es el mayor peligro existente. Nuestro país debe despertar del letargo en que está sumido. Para mañana puede ser demasiado tarde.

 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Ultimo homenaje al periodista Pablo Castrejón Jr., uno de los mejores periodistas de Panamá


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo desperdicio el agua


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