Amparado por una hinchada legendaria, el Liverpool de Rafa Benítez recurrirá hoy al embrujo de Anfield y a la solvencia del tándem Fernando Torres-Steven Gerrard para dilapidar la fijación de Arsene Wenger, obsesionado con la "Champions" y consciente, al igual que su rival, de que el torneo europeo podría ser, a estas alturas, su mejor ocasión de evitar una temporada infructuosa.
Con "The Kop" alborotando -se ha dicho en muchas ocasiones que los seguidores del Liverpool forman en bloque el duodécimo jugador de esa plantilla-, los "Reds" definirán su futuro inmediato en Europa y, a la vez, pondrán el punto final a la intensa batalla de desgaste y supervivencia que libran con su rival del norte de Londres.
El factor "Anfield", como ayer recordó Benítez en este estadio rebosante de historia, y de la buena, ha sido decisivo para este club en momentos memorables.