En el mes de agosto de 1996, las autoridades de Jordania habían declarado el alza del pan, alimento básico de muchas tribus que le eran leales al entonces rey Hussein, provocando inmediatamente revueltas en los poblados de Karak, Tafilé y Maan, al sur de aquel país árabe.
Abdul Karim al Kabariti, el que fuera primer ministro jordano y que autorizó la subida de este producto por "solo 5 centavos", fue destituido por el mismo rey, ante la marejada de críticas de la población. La entonces apacible capital jordana, Ammán, sufrió disturbios y la denominada "Revuelta del Pan", dejó cientos de muertos.
Imagínese. Por solamente cinco centavos de dinar jordano (ni siquiera 0.02 centavos de dólar americano), miles de personas salieron a las calles a protestar por el inusual alza de precios.
Pero aquí en Panamá, cuando los panaderos, los pasteleros y las pizzerías anunciaron a Viva, Crítica en Línea voz que subieron en 40% sus productos, porque la harina está muy cara, la población ni dijo siquiera esta boca es mía.
�Será acaso que otras nacionalidades son más aguerridas que otras? Parece que sí. Acá en el istmo el precio de la popular "michita" de pan subió de 2006 a 2008 en 30 centavos su precio original, que era de 5 centavos. Y nadie dice nada.
Sin embargo, con el hambre del pueblo no se debe jugar en ningún lado. La "Revuelta del Pan" en Jordania demostró que cuando un pueblo es presionado por los cambios de la salvaje globalización, no tiene otra que protestar.
Aunque un gran hombre antes dijo que "no sólo del pan vive el hombre", y que la fe puede más que el estómago de las personas, la realidad es que mientras los panameños no reciban un aumento general de salarios y no se regulen los precios de los productos de la Canasta Básica Familiar, corremos el riesgo de que movimientos de extrema izquierda logren amotinar al país.
Es hora que las Autoridad de la Libre Competencia y "dizque" Defensa del Consumidor, que el MIDA y el mismo Gobierno de turno, hagan algo para obligar a los empresarios acaparadores de que congelen los precios del pan, dulces y pizzas.
Si hay que traer harina "Compita" o reactivar la defenestrada Oficina de Regulación de Precios (ORP), la medida tiene que ser inmediata, pues el pueblo panameño esta bajo extrema presión y puede llegar a un nivel de desesperación jamás visto.
Dirán que uno tiene pensamientos zurdos o nacionalistas, pero si fuera parte del Gobierno de turno, tendría la obligación de tomar decisiones favorables al pueblo, más aún cuando estamos a 13 meses de las elecciones generales y el PRD tiene deseos de mantenerse en el poder.
"Decisiones, �como cuestan!", afirma Rubén Blades en sus canciones. Esa es la incógnita que deberán resolver nuestros gobernantes, ante la terrible inflación que sufre nuestro país.
