EDITORIAL
Las máquinas electrónicas
y su eficiencia en los comicio
El Tribunal Electoral ha
determinado que un número plural de ciudadanos tendrá que
votar obligatoriamente con máquinas electrónicas que han sido
traídas para las elecciones del 2 de mayo.
Independientemente de que esto pudiera ser un avance, hay evidencia que
un crecido número de votantes no se ha adiestrado en el uso de estas
sofisticadas máquinas que los magistrados insisten en que tendrán
que ser usadas por los votantes que ellos mismos han elegido y para tal
fin han suministrado una lista en que no le dejan alternativa a los electores.
El uso de tales máquinas ha recibido severos cuestionamientos
tanto de candidatos de gobierno como de la oposición, ya que ponen
en duda su eficacia para un proceso electoral transparente. Opinamos que
a pocos días de la contienda electoral no hay tiempo para preparar
adecuadamente a los votantes, por lo que debe suspenderse el uso de estas
máquinas para que no haya duda sobre el proceso del sufragio.
Los partidos políticos deben insistir en esta sugestión,
ya que en materia de elecciones no se puede estar improvisando ni mucho
menos ensayando mecanismos electorales y con un crecido número de
electores. Algunos candidatos más radicales señalan con suspicacia
que las citadas máquinas podrían prestarse para un fraude,
debido a la falta de conocimiento que se tiene de estos aparatos sofisticados,
sobre todo, cuando en materia electoral se introduce por primera vez la
informática.
Apelamos a la buena voluntad de los magistrados para que no se trate
de imponer un sistema que muy poco se conoce en Panamá. El Tribunal
no debe arriesgar la transparencia del torneo electoral por querer que se
usen tales máquinas, por lo que estimamos que no es prudente arriesgar
el prestigio de las próximas elecciones.
En estos últimos días las campañas proselitistas
de los candidatos a puestos de elección popular se agudizarán,
por lo que no se descarta que se desborden las pasiones. Aun antes de que
se realicen los comicios ya hay acusaciones de que se está incubando
un fraude electoral. Aunque en todos los períodos electorales se
han hecho acusaciones recíprocas sobre este aspecto, hay que evitar
que las máquinas que comúnmente llaman "tragavotos"
sea un elemento que alimente el caldero político y la causa para
nuevas fricciones. Advertimos con tiempo esta situación porque en
política todos saben cómo empieza la campaña pero es
difícil predecir cómo terminará.
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