Están muy preocupados por la transparencia, nos dicen él, sus compañeros de nómina, su juglar particular (el maraquero) y el séquito de buscones y aprovechadores que lo acompaña. Pero el pueblo no les cree.
Para ayudarlos a transmitir mayor credibilidad, vamos a sugerirles algunos temas que, tratados con la mayor franqueza, podrían contribuir a superar la imagen de Mentirosos (con M mayúscula) que el pueblo tiene de ellos. Que diga el candidato de qué ha vivido durante los últimos diez años, después de abandonar su puesto como gerente de un restaurante de rápido expendio. Para sustentar su estilo de vida, que presente su declaración jurada de bienes en la Defensoría del Pueblo y que explique de dónde proviene su fortuna.
Que aclare cuáles son las compañías marítimas que asesora y las obras construidas por su compañía constructora. Que revele de qué conversaron él, un canciller de la narcodictadura y un expresidente colombiano acusado de recibir donaciones del narcotráfico, durante una visita al altiplano en febrero pasado.
�Tiene vínculos con grupos irregulares colombianos? En caso negativo, �por qué uno de éstos le envió, en abril de 2000, un saludo muy afectuoso?
Que diga si para promover la transparencia otorgará más indultos como el que firmó en septiembre de 1995. Que indique si solicitará a México la extradición del padre de uno de sus amigos y candidato a legislador, acusado de robarle 6 millones de balboas al Banco Nacional. Con eso tiene para comenzar.