El último día que el Fuhrer de Alemania, Adolf Hitler, fue visto en público fue un 20 de abril de 1945, cuando salió de su búnker debajo de la Cancillería Alemana para condecorar a un grupo de niños soldados de la juventud hitleriana que habían combatido contra el ejército soviético. Ya para ese momento, Berlín había perdido la esperanza de poder repeler a los soviéticos, que bombardeaban la ciudad incesantemente. Diez días más tarde, Hitler se pegó un tiro en la cabeza dentro del búnker. Fue el fin de la II Guerra Mundial en Europa.